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viernes, 9 de octubre de 2015

Nuestro primer huracán

He tardado bastante en volver a escribir desde mi último post porque me estaba empezando a quedar sin ideas, pero justo entonces apareció Joaquín para sacarme del bloqueo del escritor. Que quién es Joaquín... pues os adelantaré que es el angelito que nos visitó el pasado fin de semana; a lo largo del post os iré dando detalles.

Hacía bastante tiempo que nos íbamos familiarizando con las amenazas de tormentas tropicales y huracanes porque raro es el día en que no se forma uno nuevo en las costas africanas y apunta hacia acá, pero algo indicaba que esta vez la cosa iba en serio... Durante el día del domingo y la madrugada del lunes pasó por aquí a hacernos una visita el mencionado Joaquín, un huracán que después de hacer de las suyas en Bahamas, decidió pasarse un rato por aquí.

Antes de entrar en cómo fue la experiencia, quería contar un poco por encima cómo se forman los huracanes y por si alguna vez os lo habéis preguntado, cómo se les da nombre.

Parece ser que los huracanes, ciclones, tifones... se forman en las proximidades del Ecuador, en zonas donde la temperatura del mar es muy elevada. El aire está tan caliente que se eleva porque no pesa nada, cargado de vapor de agua, y su espacio es ocupado a su vez por más aire que se va calentando y se va elevando de nuevo. Al elevarse, como arriba la temperatura es más baja, el vapor de agua se va condensando y se van formando las nubes bien cargaditas. Esto se produce de manera constante y a lo bestia (dicho de manera muy básica, que me perdonen los meteorólogos) y como curiosidad parece que en el hemisferio norte, el aire gira en contra de las agujas del reloj y en el hemisferio sur, en la dirección de las mismas.


Y por si os lo preguntáis viendo el mapa, huracanes, tifones y ciclones son lo mismo, sólo se llaman diferente según las zonas.

En cuanto a los nombres, después de varios procedimientos a lo largo de la historia, el servicio internacional de meteorología decidió hace unos años elaborar unas listas (cada zona afectada tiene las suyas),  con nombres para 6 años. Acabado este período se vuelven a repetir. Se eligió nombres de personas, tanto de hombre como de mujer (al principio eran sólo de mujer, luego recapacitaron), uno por cada letra del alfabeto (salvo q, u, x, y, z), y cuando alguno es muy catastrófico, su nombre se retira de la lista, así que no volveremos a vivir un Katrina, o un Mitch, por ejemplo.

También os diré que se califican según categorías desde el 1, que es la tormenta tropical, hasta el 5, que es el calificado de huracán catastrófico. El que aquí tuvimos empezó con categoría 3 y se redujo al 2 al pasar por aquí.

Dicho esto, os contaré un poquito cómo vivimos la llegada del huracán. Los días antes empiezas a ver que a diferencia de otras ocasiones en que había alguna tormenta con probabilidad de acercarse, esta vez la gente se lo tomaba en serio, hasta el punto de verles poner maderas en las ventanas, o recibir mensajes en el móvil enviados por el servicio nacional de emergencia pidiendo que todos tuviéramos el procedimiento completado para el sábado por la noche.

¿Y cuál es el procedimiento? Pues incluye entre otras cosas, tener comida enlatada en casa y el kit antihuracán, que como podéis ver en la foto, incluye velas, cerillas, linternas, radio a pilas y agua embotellada.

Y la segunda parte del procedimiento implica recoger todo lo que pueda salir volando, todos los muebles del jardín, tiestos, bicis, cualquier cosa que se tenga fuera, y cerrar las ventanas antihuracán. Si en alguna zona no hay ventanas antihuracán, se puede clavar un panel de madera, y así se evita que algo que pueda salir volando rompa el cristal.

Aquí detrás estaba mi cocina 
Y esta es nuestra puerta de entrada

Y una vez cerrados los cuarterones exteriores, hay que dejar un poquito abiertas dos ventanas por dentro, en lados opuestos de la casa para que el viento circule, porque en caso de ser un huracán fuerte, si el viento no tiene escapatoria, podría volar el tejado.

Se recomienda también tener la bañera llena, o cubos con agua, porque con mucha frecuencia el primer efecto es que se vaya la luz y se puede estar varios días sin electricidad, y consecuentemente no funcionará la bomba del agua, así que si no hay luz, tienes el completo: sin luz y sin agua. Esta vez tuvimos suerte y no perdimos la electricidad, pero en muchas casas sí que lo hicieron.

No hay documentos gráficos del huracán porque aparte de estar tabicados en casa, cualquier intento de vídeo o foto que hicimos no reflejaba ni de lejos la realidad.

Al día siguiente viene el momento de comprobar las consecuencias, en nuestro caso podemos decir que no ha habido, la casa no ha sufrido ningún daño y nosotros tampoco; como además tuvimos luz, pasamos el huracán viendo pelis tabicados en casa, no estuvo mal del todo, aunque se hizo más largo que un día sin pan!

En general, la isla está bastante preparada para esto, aunque he de decir que el sonido del viento en las ventanas asusta bastante, y eso que esta vez no fue de los gordos.  Así que Joaquín se marcho dejando ramas en el suelo, árboles torcidos, vallas que volaron, muchas casas sin luz, calor y una humedad brutal que aún estamos sufriendo. Vamos que no estoy emocionada por vivir el siguiente...